Ángeles Fernández

Ángeles Fernández

Viernes, 13 Noviembre 2020 07:40

EL OLOR DE LAS PEONÍAS

Como las peonías, la soledad tiene más de mil variedades. PEONÍA, etimológicamente, viene de Peán, el socorredor, el sanador. Sanación, igual que la SOLEDAD cuando es elegida, porque nos conecta con nuestro SER, con nuestra consciencia, con nuestros anhelos y nuestros deseos, con nuestras pérdidas y con nuestros recuerdos.

Hoy más que nunca, retomo y rehago mi relato sobre la soledad. Tiene mala prensa, no es preciso recordarlo, sin embargo siempre he pensado que pasar tiempo solos, solas, nos ayuda a mejorar la relación más importante de nuestras vidas, la relación con nosotros mismos.

Decía Sartre que, “Si te sientes en soledad cuando estás solo, estás en mala compañía”.

La soledad nos permite disfrutar del placer del silencio. El placer de sentir nuestra individualidad. El placer de sentir-nos.

Para muchas personas, la soledad puede ser un gran desafío, no saben cómo afrontarla, no se sienten preparados para ello.

Este sentimiento tiene que ver con lo social y también con lo emocional. Es un sentimiento interno más que un estado concreto, por eso puede aparecer en momentos en los que estamos rodeados de mucha gente.

Es parte de nuestra vida y cada uno de nosotros vivimos este sentimiento dependiendo de nuestra historia personal, que es única y diferente. Entonces, ¿De dónde viene ese miedo a la soledad?, pues principalmente viene del miedo al abandono, a ser rechazado, a no se merecedor del amor o el reconocimiento que otros me ofrecen.

Conectamos con el DESAMPARO, nos sentimos DESPROTEGIDOS, no tenemos satisfechas nuestras NECESIDADES y sentimos MIEDO, INSEGURIDAD, TRISTEZA y ANGUSTIA, ¿os suena?, ¿qué queremos hacer en estos tiempos donde la soledad es el principal mandato para frenar la pandemia?

Aprendamos a estar solos sin sufrir....

  • Hagamos acciones a lo largo del día que relacione soledad con bienestar. Conecta con tus gustos, con tu verdadera motivación, descubre lo que de verdad tiene sentido para ti.

  • Seamos creativos. Cuando estamos solos conectamos con lo más auténtico de nosotros mismos. Aprovechemos estos tiempos para encontrar esos recursos que seguramente no sabíamos o habíamos olvidado que teníamos.

  • Aceptemos. Solo si aceptamos que este es el momento que nos está tocando vivir, con nuestros miedos y nuestras incertidumbres, podremos salir reforzados y podremos volver a relacionarnos de una forma sana con los demás.

  • Permitámonos sentir nuestras emociones. Quizás descubramos qué es lo que estábamos evitando en el pasado huyendo de la soledad.

  • Hagamos un ejercicio de desapego. Tal vez la soledad, esta soledad, nos está abriendo la posibilidad desconectarnos con aquello que nos estaba perturbando.

  • Si abrazamos la soledad como parte de nosotros, aprenderemos a relacionarnos con los demás de una forma más libre.

Acojamos la soledad, nuestra soledad. Como la peonía, flor solitaria, la soledad es símbolo de armonía. Como la peonía, que desaparece en invierno y aparece en primavera, tan simple y tan bella, tan perfumada, tan curativa. Belleza capaz de atemperar cualquier desafío.

SALUD!

Todo el pasado se quiere apoderar de mí
y yo me quiero apoderar del futuro,
me dislocan la cabeza para que mire atrás
y yo quiero mirar adelante.

No me asustan la soledad y el silencio,
son los lugares preferidos de Dios
para manifestarse”

-Gloria Fuertes-

Viernes, 30 Octubre 2020 08:01

DOLOR Y DUELO

Hace tiempo que me autorregalo libros. No libros cualquiera. Libros a los que yo llamo bonitos. Por la razón que sea, este es el término que me gusta utilizar. Pueden ser libros con preciosas ilustraciones o simplemente pequeños libros de bolsillo, de pobre encuadernación pero que llevan en su interior aquello que me hace estremecer, me emociona, me pone la piel de gallina, me hace reir como una niña, me hace llorar como una niña.

Así descubrí la edición de “El año del pensamiento mágico”, el precioso libro de Joan Didion, ilustrado por Paula Bonet.

Este lo tenía todo. Era de los bonitos, bonitos. En forma y fondo. Me lo autorregalé en mayo de 2019 e inmediatamente lo abrí con la intención de meterle mano a esa historia que ya sabía yo que no me iba a ser fácil, pero que seguro podría, ¿cómo no iba a poder?

Lo he seguido intentando en más ocasiones desde entonces y en cada ocasión lo he abandonado. No lo he llevado lejos, siempre se ha quedado en mi mesilla, donde monto altarcitos con infinidad de recuerdos que me llevan a donde SIEMPRE me gustaría estar.

Parece que es el momento, cuando el dolor de la pérdida se empieza a transformar en apertura de corazón. Cuando empiezo a desarticular mi sufrimiento. Cuando ya casi tengo claro que hice lo único que podía, que no pudo ser de otra manera. Comparto lo que supone perder a alguien a quien amas. Me sumerjo en sus páginas. Y de nuevo, ese “Blues funerario” de W.H. Auden...

 

Parad todos los relojes y desconectar el teléfono,

dadle un hueso al perro para que no ladre,

haced callar a los pianos y entre tambores con sordina

sacad el ataúd y llamad a las plañideras”

 

En torno a estos días honramos a nuestros difuntos. Nos reunimos de una u otra manera para reconocer, celebrar y agradecer la vida que compartimos con nuestros seres queridos. Encendemos velas o ponemos flores de cempasúchil para, de forma simbólica, iluminar el camino que nos une a ellos.

He aprendido la importancia de los rituales y he entendido que estos son los que nos ayudan, a mi me ayudan, a ver de una forma distinta, a mostrarnos, a hacernos persona resilientes. A través del ritual nos sentimos presentes.

Hace poco aprendí que los RITUALES, para las personas que nos quedamos, ayudan en tres momentos cruciales del DUELO. Al inicio cuando se produce la “separación” del ser que se ha ido, pero también de la tribu a la que ambos pertenecíamos y que ya no nos ve como la persona que antes éramos. En el “umbral” cuando vamos dejando una etapa pero aún no hemos conseguido llegar a la siguiente. Y finalmente en la “reincorporación” cuando vamos asumiendo una nueva identidad demostrando nuestra sabiduría y lo que hemos aprendido por el camino.

Que el tiempo lo cura todo no es verdad. El TIEMPO no cura nada. Quizás, aminore nuestro DOLOR, pero no lo cura. Para eso, como dice J. Garriga, debemos hacer un proceso emocional activo e intenso, que sea capaz de abrir la puerta a todos los sentimientos que nos lleguen y nos lleve a esa etapa de “reincorporación”, de vuelta plena a la vida. No hay más remedio, debemos soltar, como los árboles sueltan sus hojas en otoño, agradeciendo y abriéndonos a lo que está por venir.

Esta vez no hay tips, no hay consejos. Cada uno de nosotros, de nosotras, vivimos nuestras pérdidas de forma personal. Nuestro dolor es único e intransferible. No hay pérdidas pequeñas ni grandes. Sin embargo, me gustaría recoger “Los diez si” y “Los diez no” que expone J. Bucay en su obra “El camino de las lágrimas”.

 

LOS “SI”

 

  • Permiso. Permítete sentirte mal, necesitada o vulnerable.

  • Confianza. Confía en tus recursos.

  • Nuevos ojos y nuevas puertas.

  • Aceptación. Hablar de tu pérdida puede ayudarte.

  • Conexión con la vida. Es necesario soltar el pasado.

  • Gratitud. Valora las cosas buenas que te sigue ofreciendo la vida.

  • Las 3 D: descansa, disfruta y (inténtalo) diviértete.

  • Aprendizaje. Hacer un proceso de duelo significa aprender a vivir sin alguien, de una forma diferente.

  • Definiciones. Después de la muerte va a pasar lo que cada uno creamos que va a pasar. Y todo está bien.

  • Compartir lo aprendido. Hablar de tu experiencia puede serles útil a otras personas.

 

LOS “NO”

 

  • Esconderse. No cierres tu corazón al dolor.

  • Descuido. Pon atención a tu cuerpo, aliméntate bien, y si es necesario, pide ayuda.

  • No te apures. No puedes llorar hoy lo de mañana, ni seguir llorando lo de ayer.

  • No pidas imposibles. Esa persona no va a regresar. Si pides (a Dios, al Universo, a quien sea), que sea que te ayude a aceptar tu nueva realidad.

  • Autoexigencia. No te maltrates. Se paciente contigo misma, no importa que los demás digan que “ya va siendo hora de dejar de llorar”.

  • Miedo a volverse loco/a. La tristeza, la culpa, la confusión e incluso el deseo de morir, son reacciones habituales después de una pérdida importante.

  • Perder la paciencia. No seamos exigentes con los demás pero tampoco te ocupes de complacerlos. Apártate si es necesario y busca a quienes te permitan desahogarte.

  • Autosuficiencia. No dejes de pedir ayuda.

  • No tomes decisiones importantes.

  • El olvido. No intentes olvidar lo que pasó. Permítete hacer un proceso amoroso donde la persona que se fue ocupe un lugar hermoso en tu corazón.

 

Desde mi experiencia, desde mi SER, me propongo, acompañar a quienes transitan un duelo, ayudando a ampliar la mirada en torno a la pérdida. Reconociendo que el miedo a la muerte, a la pérdida de ese ser querido es fuente de sufrimiento. El trabajo, sin embargo, es pasar de ese sufrimiento al dolor, alejándonos de culpa y aprendiendo a DEJAR IR, a SOLTAR, a ACEPTAR.

 

 

El pesar oculto, como un horno cerrado,

quema el corazón hasta reducirlo a cenizas”

- W. Shakespeare -

 

Viernes, 23 Octubre 2020 07:11

PERDÓN Y OLVIDO

¿Cuántas veces habéis dicho la frase, “perdono pero no olvido”? Seguramente muchas. Yo creo haberla dicho en algún momento. La pregunta es, ¿se puede perdonar sin olvidar?

Duele, duele muchísimo, sentirse herido por alguien. Provoca en nosotros, en nosotras, emociones entre la ira, la rabia y el desamparo. Duele, duele incluso físicamente.

Sin embargo, esta es la buena noticia, el PERDÓN es uno de los mejores ejercicios terapéuticos que podemos hacer.

Puede ser un acto difícil, pero os aseguro que nos libera. Nos ayuda a liberarnos de todas esas emociones no deseadas que antes decíamos -ira, rabia, desamparo- La mejor forma de cerrar las heridas es dar y recibir perdón. Es liberarnos de esas creencias que nos producen dolor. Es liberarnos de CULPA.

El perdón, como dice J. Lomar, es “el puente entre tu mente en conflicto y tu mente en paz”.

Perdonar NO es MINIMIZAR lo que sucedió, ni mucho menos, no es que de pronto todo esté solucionado. Perdonar es un verdadero acto de generosidad, generosidad hacia uno, hacia una misma. ¡He aquí la magia!

No se trata de cambiar al otro, ni olvidar lo sucedido sin más. Se trata de transformar el enfado y el dolor, en comprensión y aceptación.

Cuando de pequeñas nuestra madre nos decía: “pide perdón”, seguro que lo vivíamos como una obligación, algo que nos obligaban a hacer en contra de nuestra voluntad. Sin embargo, el perdón es un derecho, es mi derecho a no sentirme resentida, a no odiar, a no cargar con el dolor que me provocó aquello que pasó.

Pero (y) PERDONAR es OLVIDAR. Si no olvidamos, si guardamos todos los agravios que nos han hecho a lo largo de la vida, ¿Dónde me sitúo?, seguramente en el rencor, alimentando creencias y pensamientos destructivos que nos impiden estar en PAZ.

Perdonar y no olvidar es perdonar a medias. El olvido no se produce de la noche a la mañana, necesita tiempo y acción que te ayude a seguir adelante dejando atrás aquello que te hirió y te ancla al pasado.

Pero, sabemos, de verdad, qué es perdonar...

Para ejercer el verdadero perdón, alejándonos de todo sufrimiento, de todo sacrificio, estos son mis tips: 

  • Expresa, exprésate, lo que sientes. 

  • Acepta tu responsabilidad en aquello que pasó. Sin culpa. 

  • Aléjate de los pensamientos negativos. Visualiza esa emoción no deseada. Dale forma, color, textura. De este modo te será más fácil mantener esa “conversación” con ella y decirle lo que sientes. 

  • Perdona con todas sus consecuencias. Sin condiciones. Estas son las reglas del juego. 

  • No esperes nada del otro. Responsabilízate de lo tuyo. Cada palo que aguante su vela. Cuando perdonas, el regalo es para ti.

  • No caigas en el victimismo. Es fácil, muy fácil. Nos sentimos, “tan desamparados”. 

  • Acepta lo ocurrido y sigue adelante con tu vida. Aléjate del rencor. Empieza a recordar lo sucedido sin que te duela. 

  • Di: “te perdono”, verás que es una experiencia liberadora porque rompe el vínculo con aquello que te hizo daño. 

  • Permite que lleguen a ti nuevas experiencias y emociones. 

  • Toma lo sucedido como un aprendizaje para que no te vuelva a pasar. Y ahora...

 

Deja ir esa situación que te hirió.

 

 

"El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra.

 Es dos veces bendecido;

 bendice al que lo da y al que lo recibe"

- W. Shakespeare -

Hablar de tácticas y estrategias me lleva irremediablemente a Benedetti, como no.

Pero también me lleva a herramientas, a esa fórmula mágica que tantas veces buscamos, esa pócima que no es ni más ni menos el empujoncito que necesitamos para salir del “huevo frito” (otros lo llaman zona de confort)

Eso es justo lo que te ofrezco en este taller online. Partimos del auto-amor como gesto, pasando por esta situación extraordinaria que vivimos y que seguramente no facilita el hecho de ponernos por delante de nada ni de nadie. Aceptar-nos como somos ahora mismo, apreciando cada instante.

Como dice J. Garriga, “Amar lo que es, la realidad tal como se manifiesta, (…) Amar lo que somos, dejando de pretender ser diferentes, respetando nuestros distintos rostros (…) respetando nuestro cuerpo único y perfecto, respetando nuestros sentimientos tan necesarios y valiosos”.

Para trabajar sobre todo ello nos encontraremos, vía zoom, el próximo sábado 17 de octubre en horario de 10:00h a 14:00h.

Escríbeme y te mando toda la información para acceder...

 

UN SALUDO!

Viernes, 18 Septiembre 2020 07:31

¿DE VERDAD EXISTEN PERSONAS TÓXICAS?

Existe un término, deliberadamente perverso, que se ha asentado de forma natural en nuestro vocabulario: PERSONAS TÓXICAS.

Nos encontramos con infinita información, estudios sesudos, otros no tanto, grandes expertos y seguramente algún que otro listillo que se tira a la piscina haciendo clasificaciones, recomendaciones, mil y una teorías sobre lo que las personas inteligentes emocionalmente tienen que hacer para “manejar” (palabra horrible) a las personas tóxicas. Así, tal cual lo he visto escrito!

Cuando clasificamos a alguien de nuestro entorno con esta terminología, ¿qué estamos haciendo?.

.Los estamos etiquetando: “Los rasgos de las personas tóxicas son...”

.Nos estamos posicionando en un lugar de superioridad: “Aprende a manejar a una persona tóxica, identifícalas para alejarte de ellas, si te quieres, aléjate de ellas...”

.Nos convertimos en perseguidores desde una falsa situación de víctima: “Cuidado!!!, puedes estar siendo víctima de una persona tóxica...”

.Caes en la trampa de relacionar tu éxito personal con el alejamiento de personas tóxicas: “La gente exitosa maneja a las personas tóxicas...”

Contínuamente nos recomiendan que no nos acerquemos a los quejumbrosos. Que no sigamos sus comportamientos “irracionales”. Que no nos dejemos manipular por ellos. Que no nos roben nuestra felicidad. Y sobre todo, que ante este “tipo de personas” , si acaso, aprendamos a perdonar, pero nunca a olvidar (mala noticia, esto NO es perdonar. Muy pronto haré una reflexión sobre el PERDÓN).

A mí todo esto me resulta descorazonador. No porque me sienta en los mundos de Yupi, no porque la espiritualidad me haya calado tanto que me ha convertido en Buda, simplemente porque me hace reflexionar sobre este mundo cada vez más dual, donde nos sentimos con el derecho de decir que está bien y que mal, sin pudor, con el convencimiento de que mi verdad es LA VERDAD.

Seguramente todos y todas hemos encajado en ocasiones en alguno de estos perfiles.

Seguramente hemos sido impertinentes, antipáticos, iracundos o chupadores de energía.

Por eso, en lugar de hablar de personas tóxicas, con lo que supone que te clasifiquen así, ¿por qué no hablamos de SITUACIONES TÓXICAS?

Desde luego, para mí, entre personas y situaciones, estos son mis TIPS:

.-Es más lícito ponerle una etiqueta a una situación, a una escena determinada y lo que esta te provoca.

.-Es más factible gestionar una situación. Porque, ¿quién soy yo para gestionar a nadie?.

.-Es más fácil alejarte de esa situación concreta. Esto me molesta, me inquieta, me incomoda, y yo decido alejarme.

.-Podemos salir del victimismo si pensamos en una escena concreta. Si generalizamos y relacionamos ese sentimiento con la persona que participa en la escena, ¿a quién le estoy dando el poder?

.-Profecía autocumplida. Si enfocamos nuestra emoción en la persona, seguramente se cumpla “eso” que tanto tememos (seguro que se enfada, ya verás como monta el numerito, cuando le diga que no me va a gritar...)

.-No caemos en el engaño de poner el éxito personal en los demás. A veces pensamos que nuestro éxito profesional no se ha producido porque tenemos un jefe “tóxico”, o porque nuestras compañeras de trabajo son unas histéricas, ¿seguro?.

Preguntarnos para qué esa persona se comporta de esa determinada manera puede resultar difícil, cansado y hasta agotador, pero os aseguro que ayuda cuando nos situamos en una posición de igualdad. Cuando tomamos responsabilidad en el asunto y tomamos conciencia de lo que podemos o no hacer ante esa situación.

¿Difícil?, como siempre digo...Nadie dijo que fuera fácil!

En definitiva, alejarnos de esa terminología nos da paz, nos hace personas más compasivas, empáticas y...FELICES.

 

¡SALUD!

 

Viernes, 04 Septiembre 2020 09:41

PROCRASTINACIÓN

Justo ahora, cuando este extraño verano casi llega a su fin, os vengo con nueva reflexión sobre este término, como decíamos, difícil de pronunciar y más difícil de gestionar. Y recordamos, ahora que estamos en pleno intento de vuelta a la normalidad, que “cualquier día” no es un día de la semana.

PROCRASTINAR quiere decir dejar para el futuro, es una palabra de origen latino, viene de procrastinare que significa aplazar.
Cuando la realización de una tarea nos resulta desagradable, trabajosa o cansada, física o psicológicamente, la mayoría de las personas buscamos la forma de posponerla, ya sea llevando a cabo otras actividades más placenteras o simplemente dejando pasar el tiempo.

Cuando te des cuenta que estás procrastinando, pregúntate, ¿de qué estoy huyendo? Porque sí, amigos y amigas, procrastinar tiene mucho que ver con la huida y la evitación.

Evitamos hacer algo porque exponernos a ello nos genera ansiedad y malestar. Quizás nuestro cerebro, una vez más, nos hace el jueguecito y sentimos un cierto placer momentáneo, pero no nos engañemos, estamos cayendo en una trampa y cada vez habrá más situaciones que “nos apetezca” evitar y que nos llevará a limitar nuestra vida y quizás nos suma en un profundo malestar.

Por tanto, huir y evitar nunca es la salida, tan solo nos provoca un bienestar momentáneo, una ilusión de la realidad. La tarea pendiente sigue estando ahí.

Los griegos llamaban a la procrastinación “akrasía”, que quiere decir falta de autocontrol y tendencia a actuar en contra de nuestro verdadero interés.

Para mí, tiene mucho que ver con el autosabotaje, del que ya hemos hablado en alguna ocasión. Tiene que ver con esa batalla interna que nos impide, tantas veces, estar en PAZ.

En la ESTRATEGIA para dejar de procrastinar, estos son mis 10 TIPS:

 

  1. Párate y haz una lista de excusas, de las tuyas, de esas que te dices cada vez que te enfrentas a una tarea. Elimíalas de tu vida. ¿Difícil?, nadie dijo que fuera fácil.

     

  2. Piensa qué consecuencia real, de verdad, está provocando que tú pospongas eso que no te apetece hacer.

     

  3. Ponte en la situación contraria, ¿Qué beneficio vas a obtener si lo haces?

     

  4. Prémiate. No tienen que ser grandes regalos. Simplemente concédete un pequeño capricho por haberle metido mano a eso que llevabas tiempo posponiendo.

     

  5. No hay que hacerlo todo a la vez. Dosifica tus tareas. ¿Recuerdas el refrán, “el que mucho abarca, poco aprieta”?, pues eso!

     

  6. Confía en ti. El miedo al fracaso hace que tu mente te empuje al abismo de la procrastinación.

     

  7. Deja de poner excusas, el universo no tiene la culpa. Responsabilízate de tu vida, de tus éxitos y de tus fracasos.

     

  8. Planifica. Diferencia entre lo importante y lo urgente. Pon-te fechas límites.

     

  9. Regla de los 5 segundos de Mel Robbins. Llega el momento de hacer “eso” que no te apetece. Sabes que tienes que hacerlo, pero dudas. En ese momento, haz una cuenta atrás de 5 segundos y...¡ponte en marcha! Pasados esos 5 segundos, si no lo has hecho, tu cerebro, que es muy listo, abandonará la idea y tú te convencerás que es mejor dejarlo para otro momento. ¡Este es el juego!

     

  10. Practica algún tipo de meditación. Se ha comprobado que hay una relación inversa entre la procrastinación y la meditación consciente o mindfulness. Si nos concentramos en el momento presente ayudamos a evitar la procrastinación y al contrario, cuando la evitamos, estamos facilitando vivir en el momento presente.

 

Ahora, que seguramente estás a punto de reincorporarte, de retomar tus tareas cotidianas, ¿dónde te sitúas?

 

¡Métele mano a la vida!

 

 

¡SALUD!

 

Viernes, 10 Julio 2020 06:02

PRESAGIOS Y AUGURIOS

Me encanta la sonoridad de estas palabras. Reflexionar sobre ellas ha seguido el camino contrario a la lógica. Primero pensé en el fonema y luego caí en la cuenta de lo mucho que estos términos, tan hermosos, con tanto significado, tienen que ver con un término, mucho menos sonoro, pero con gran carga en disciplinas como la psicología o el coaching: la “profecía autocumplida”.

A su vez, este concepto lo relaciono con los “y si // y si no”, que tienen mucho que ver con la adivinación y las creencias vinculadas a los presagios y los augurios. Cerramos el círculo!

Exacto, la “profecía autocumplida” es la predicción que, una vez hecha se convierte en la causa que corrobora esa predicción más adelante. Si yo concibo algo como real, esta situación crea efectos reales en mí, porque yo creo (de crear) la realidad a través de mi sesgo.

Relacionándolo con la situación actual podríamos poner un ejemplo. Si una persona cree que todo lo que está pasando alrededor del covid se debe a una conspiración política y económica a nivel mundial, todo lo que lee, todas las noticias que escucha, toda la información que busca estarán enfocadas en confirmar esa hipótesis y se aferrará con mayor convicción a ello. Su profecía se ha cumplido. Su enfoque subjetivo triunfa por encima de cualquier otra teoría.

Las creencias y las expectativas que los demás tienen sobre nosotros también afectan a nuestro comportamiento, generando conductas que confirman lo que se espera que hagamos. Otra vez, la “profecía autocumplida”.

Se dice que la “profecía autocumplida” es un sesgo en la percepción que provoca que anticipemos los hechos y sus consecuencias antes de que ocurran.

Cuando vivimos una situación determinada guardamos un registro en nuestra memoria que nos sirve de aprendizaje, vamos construyendo nuestra vida a través de las vivencias, pero...

 

¿CUAL ES EL PROBLEMA?

 

Fácil: NOS ANTICIPAMOS. Ante una situación determinada y basándonos en argumentos totalmente irracionales y fuera de toda lógica, damos por hecho que aquello que va a ocurrir ocurrirá justo de esa forma. Qué lío, no?. Así es la mente humana. No hay ninguna lógica que diga que va a ser así, pero, nos dejamos llevar, otra vez, por la “profecía autocumplida”.

Hay un sesgo más en toda esta maraña mental, el sesgo de confirmación. Esas frases lapidarias de:”te lo dije”, “yo sabía que al final ocurriría”, no son más que eso, la confirmación de que somos capaces de, tras haber anticipado que algo ocurriría, analizar cada hecho para confirmar que verdaderamente se ha cumplido. Ponemos en marcha nuestro pensamiento selectivo para quedarnos con lo que confirma nuestro presagio y deshechamos lo que no. ¿Os suena?

Cuando en algún momento de nuestra vida hemos pensado que no “valíamos” para algo (estudiar, un trabajo determinado o correr la maratón de Nueva York), nos sumimos en una situación de angustia que limitará nuestra capacidad y que hará que se confirme nuestra falta de valía para lograr una respuesta positiva.

Si “sospechamos” que alguien nos traiciona (amigo, pareja, compañera,...), pondremos el foco en buscar todos los indicios que confirmen nuestra sospecha. Pongo ahí mi energía y “me ocupo” de que finalmente pase lo que he profetizado.

Aquí van algunos tips que nos pueden servir para bregar con esta trampa de la “profecía autocumplida”:

 

  • Presta atención a tus pensamientos: ¿Cómo son?, ¿Cómo han aparecido?, ¿Están en el presente?, ¿Qué palabras estás usando para referirte a ellos?, ¿Qué te hacen sentir?

  • Date cuenta. ¿Eres capaz de ver si te estás anticipando a algo que aún no ha sucedido?

  • Pregúntate, ¿Tengo alguna evidencia objetiva que me indique que eso va a ocurrir?

  • Que haya pasado en otras ocasiones no significa que tenga que volver a ocurrir. Seamos conscientes y analicemos si nos estamos basando en recuerdos pasados y en cómo me sentí en esa ocasión.

  • Apunta las “pruebas” de esa profecía, haz un poco detective de tí mismo y observa si estas pruebas son reales o imaginarias. Pero, no te hagas trampas al solitario.

  • Intenta encontrar palabras neutras y busca un pensamiento alternativo a esa profecía.

  • Analiza el hecho del pasado en el que te estás basando esta vez. ¿Cuantas veces se cumplio la profecía en el pasado?

 

Y, sobre todo, no dejes que limiten tu vida. No dejes que mermen tu autoestima, porque, como dice R.W. Emerson: “la confianza en uno mismo, en una misma, es el primer peldaño para ascender por la escalera del éxito”.

Si todo esto no es sufiente, sabes que siempre puedes pedir ayuda profesional. Puedes contactar conmigo y te explico qué ofrezco en mi servicio terapéutico (online o presencial) y cual es mi Método Integrativo.

 

¡SALUD!   https://youtu.be/4ziUhDBd_3E

 

Fama o integridad: ¿Qué es más importante?

Dinero o felicidad: ¿Qué es más valioso?

Éxito o fracaso: ¿Qué es más destructivo?

 

Si miras a otros en busca de plenitud

nunca alcanzarás la auténtica plenitud.

Si tu felicidad depende de posesiones

nunca estarás feliz contigo mismo.

 

Conténtate con lo que tienes;

regocíjate en que las cosas son como son.

Cuando comprendes que nada falta,

el mundo entero te pertenece.”

(Tao Te Ching)

 

 

 

Este es el contenido de un taller que impartí hace unos días a través de una de las plataformas que tan habituales se han hecho en nuestras vidas últimamente.

En él, compartido con un puñado de maravillosas personas, hablamos, en torno a ese peliagudo tema de los cuidados, de:

 

  • Lo IMPORTANTE y lo urgente.

  • Pero, ¿qué es el TIEMPO?

  • Cuando DELEGAR es la opción.

  • Decir NO sin sentirse culpable.

  • Alicia en el país de las Maravillas: el conejo y la reina de Corazones.

  • Un HERRAMIENTA fácil para ponerla en práctica hoy mismo.

 

Algunas personas dicen que cuidar de los demás es cuidarse a sí mismo. Yo digo lo contrario: cuidarse a sí mismo es cuidar a los demás, porque, al igual que en el amor, no podemos ofrecer lo que no tenemos.

CUIDAR viene del latín, COGNITARE que significa, PENSAR.

Cuidar es, PONER ATENCIÓN. La cuarta acepción de la RAE dice que es “Dar, darse buena vida”.

Partiendo de la metáfora de Alicia en el país de las Maravillas, tomé prestados dos personajes que me ayudaron a hablar del concepto TIEMPO Y LA DIFERENCIA ENTRE LO IMPORTANTE Y LO URGENTE (el conejo) y La reina de Corazones: ¡que le corten la cabeza!. Para qué nos autosaboteamos?.

"Auto-sabotaje es cuando decimos que queremos algo y después nos aseguramos de que no suceda". Alyce P. Cornyn-Selby

Otra de las cuestiones que más nos inquieta relacionada con el cuidar es la capacidad de DECIR NO. Cuando NO es NO. QUÉ NOS PASA CON LA DELEGACIÓN. QUÉ NOS DECIMOS CUANDO DEJAMOS UNA TAREA PARA LOS DEMÁS.

Saber decir que no y establecer límites no es fácil, pero es muy necesario para sentirnos bien con nosotras mismas, con nosotros mismos y con los demás.

¿Por qué nos cuesta decir que No tantas veces?

Hay diversos factores que influyen en nuestra capacidad para poner límites o a negarnos a peticiones de los demás, normalmente hay algunas ideas irracionales que sostienen este problema y hacen que nos resulte complicado:

 Sentirnos culpables si no hacemos lo que nos piden.
Hacernos responsables de todo. 
Sobrevalorar el "qué dirán" y la opinión de los demás por encima de nuestros motivos.
Estar pendientes de lo que opinen los demás de nosotras/os, querer quedar siempre bien. No podemos evitar siempre el conflicto o caerle siempre bien a todo el mundo, hemos de aceptar esta premisa de antemano.

 

Para finalizar, hicimos una práctica donde utilicé una herramienta de PNL para trabajar cómo tomar decisiones con autonomía.

 

Aquí, en el enlace, podéis ver el vídeo del taller completo. ¡SALUD!

https://youtu.be/U3r9K3K30QM

 

 

Viernes, 26 Junio 2020 08:42

LOS "PARA QUÉ"

Retomo parte de una reflexión que hice hace más de un año a hilo de la polémica, que tantas veces nos creamos, amparada en un celo profesional casi siempre absurdo e inflado de ego.

Vamos a tranquilizarnos, decía entonces. Dejemos de ver fantasmas. ¿Que hay mucho intrusismo?, si. ¿Que hay gente aprovechada intentando sacar tajada de todo aquello que mínimamente suene a “moda”?, por supuesto. ¿Que hay profesionales estupendos y perfectamente preparados con mucho que ofrecer lejos de la titulitis?, también.

Soy Coach, desde hace algunos años; también soy Pedagoga, desde hace muchos más; y me estoy formando como terapéuta Gestalt, además de otras muchas cosas. Estoy en permanente proceso de formación y crecimiento personal y profesional. Porque sí, sin exigencias y buscando siempre la excelencia en mi trabajo.

De forma resumida puedo decir que lo que yo ofrezco es un proceso de acompañamiento a través del cual trabajo con el cliente una serie de herramientas que le den la confianza para buscar (y encontrar) por sí mismo, por sí misma, sus propias respuestas, descubrir su potencial y el camino hacia sus logros. En definitiva se trata de orientar para encontrar, provocar y gestionar los cambios en una persona que le permitan alcanzar sus metas u objetivos. La conversación y la escucha son las herramientas centrales.

Durante el trabajo ayudo a que la personal identifique sus fortalezas y cree el potencial que le permita conseguir los resultados deseados a través de un plan de acción cuyos beneficios son:

.- Aporta una estructura para el desarrollo personal que parte del establecimiento de objetivos así como del descubrimiento de las potencialidades y limitaciones.

.- Establece en el centro del proceso a la persona.

.- Se trabaja en el autoconocimiento.

.- Contribuye a cambiar la perspectiva del cliente ampliando su “mapa mental”.

.- Permite incorporar nuevas habilidades personales, profesionales y emocionales.

.- Se sustituyen creencias limitantes por potenciadoras.

.- Se fomenta la responsabilidad y la confianza.

.- Se generan posibilidades para la acción, obteniendo con ello nuevos resultados.

.- Se motiva hacia el cambio para obtener un mayor nivel de satisfacción y felicidad.

En esto y, algo más, trabajo. Ahora con nuevo espacio, puesto con el mismo amor de siempre, pero más hermoso si cabe.

¿Nos encontramos?

 

Me espera el mundo, el mar y lo que amo,

la odisea feroz de ser feliz”

 

(Juan Vicente Piqueras)

 

 

Jueves, 11 Junio 2020 19:33

AMOR INCONDICIONAL

 

A veces, vivimos en un epicentro donde nuestra mirada es incapaz de ver aquello que tiene más cerca. Quizás, podemos ver las necesidades ajenas, o al menos eso creemos, pero somos incapaces de ver las propias. Tal vez solo necesitamos, un poco de tiempo, algo de atención y una habitación propia (y no, no hay que ser Virginia Woolf). 

Se trata de entrar en contacto con nuestras raíces. Se trata de nutrirnos para permitir que nuestras hojas, nuestras ramas, crezcan altas y libres. 

Amarse a uno mismo, a una misma, forma parte de un proceso fundamental en nuestra vida que hará que podamos amar de una forma honesta a los demás. 

Es sentir una clase de amor que es INCONDICIONAL , un amor que nos corresponde por derecho propio, solo por el hecho de estar vivos, un amor que nadie nos puede quitar. 

Es muy complicado dar lo que no se tiene, y si una persona no siente AMOR HACIA SÍ MISMA, difícilmente podrá darlo. Podrá creer que está amando a los demás, sin embargo estará cayendo continuamente en la manipulación, las exigencias y el chantaje emocional. 

Cuando no hemos aprendido a amarnos incondicionalmente, buscamos fuera ese amor que añoramos, dándole un valor que muchas veces va en relación a cómo nos tratan o cuanto nos valoran. De este modo, quedamos expuestos a la evaluación externa y por tanto, dejamos nuestra FELICIDAD en manos ajenas, en lugar de responsabilizarnos de ella. 

Este tipo de dependencia nos perjudica, hasta el punto de ir mendigando amor y cariño; llamando la atención y emitiendo conductas complacientes, para obtener las miradas, el acercamiento y el cuidado de las demás personas. 

Te invito a hacerte estas dos preguntas: 

¿Depende mi valor personal de las causas externas? 

¿Creo que el hecho de amarme a mí mismo/a es un acto egoísta? 

Si tus respuestas son, SI, no eres el único/a, estas CREENCIAS son más comunes de lo que pensamos y nos hacen olvidar que el amor hacia los demás comienza por el amor a uno mismo, formando a su vez parte del amor hacia la humanidad. 

Incorporar el cuidado mutuo en nuestras vidas nos permite atender nuestras necesidades, sin poner por encima de ellas las de los demás. Para ello, resulta imprescindible conocerlas e indagar en ellas, aprender a atenderse. 

Cuando nos atendemos y comprendemos, somos capaces de NO JUZGARNOS ni culpabilizarnos por los errores que podamos haber cometido, emprendiendo un camino hacia la ACEPTACIÓN de lo que somos. Aceptar lo que somos, implica aceptarnos con nuestros defectos, descubriendo las destrezas, límites, habilidades, virtudes y recursos de los que disponemos. 

A través de la aceptación nos acercamos al amor incondicional, como un acto de COMPASIÓN y de entendimiento hacia lo que somos. Sin que las propias exigencias limiten nuestra capacidad para amarnos, y en consecuencia amar a los demás. 

Así, de una forma honesta, podremos establecer relaciones que no se basen en la búsqueda del reconocimiento. Queriéndonos, podremos entregarnos verdaderamente al acto de poder querer a las demás personas de una forma compasiva. 

Ama incondicionalmente, no pidas nada a cambio. Recibirás mucho sin necesidad de pedirlo -lo convertirás en otra cosa-, pero no seas un mendigo. En el amor sé un emperador. Solamente da y observa qué ocurre: recibirás mil veces más. Pero tienes que aprender el truco. De lo contrario seguirás siendo un avaro; darás un poco y esperarás recibir algo, y esa espera y esa expectación destruirán toda la belleza de tus actos”. -Osho- 

Amarse no depende de lo que te amen:

.- Nos han enseñado a tomar demasiado en serio lo externo para amarnos a nosotros mismos. Sin embargo, es importante saber que ni nuestros logros, ni nuestro éxito en la vida debería condicionar el querernos más o menos. 

.- Amarse a uno mismo, a una misma, tiene que ver con respetarse, entenderse, comprenderse y perdonarse. Aprender todos los días de nuestros errores nos ayudará a conectar con nuestro interior y enriquecernos. Cuando nos amamos de forma sana estamos preparados para amar a los demás, si no corremos el riesgo de caer en relaciones de dependencia y necesitar a la otra persona para ser feliz.  

Howard Gardner, padre de la teoría de las Inteligencias Múltiples, habla de la INTELIGENCIA INTRAPERSONAL. Se trata de una inteligencia que nos permite conocernos y bucear en nuestros sentimientos y emociones. Gracias a este tipo de inteligencia introspectiva podemos comprendernos y entendernos. Así pues, fomentar esta inteligencia en nosotros será de gran beneficio para aprender a amarnos. 

En definitiva, y este es el tip de hoy: Ámate de forma saludable, ámate incondicionalmente, y de esta forma aprenderás a amar a los demás sin dependencias ni exigencias.

 

¡SALUD!

 

 

Página 2 de 5

© 2018 Ángeles Fernández - todos los derechos reservados. |

  687462186 | Contacto