Entre otras cosas, porque nos cuesta priorizar nuestras necesidades por delante de las de los demás.
Tengo que decir siempre “SI” y pedir lo menos posible para que no me digan “NO”.
Los juicios que bloquean esa incapacidad son:
. Hay que ser servicial y hacer lo que los demás esperan de nosotros/as.
. Si digo que no, no me van a querer, no me van a valorar.
Pero, ¿qué estoy buscando en el fondo? Pues seguramente…
. Aprecio.
. Aceptación.
. Reconocimiento.
Aquí van algunos tips para poder decir que no sin sentirnos culpables:
Reflexiona y…
. Date cuenta de que no puedes hacerlo todo, es imposible.
. Repítete que no eres egoísta por decir que no.
. Entiende que no puedes complacer a todo el mundo.
. Piensa en todo a lo que dices “si” cuando dices “no”.
Razona y pon acción en…
. Hablar con calma y sin alterar la voz.
. Tener un lenguaje corporal firme.
. No te disculpes.
. Explica por qué no puedes hacer eso que te piden (sin muchos rodeos).
. Ofrece una alternativa.
Si siempre decimos que sí, seguramente estamos actuando desde el miedo, creemos que somos personas honestas y auténticas, cuando en realidad es al contrario.
Y sobre todo, asumamos de una vez que, no todo el mundo nos va a querer.
Para saber más, puedes ver el video en el siguiente enlace: